IN THE SOUTHERN FACTORY.
“A” y “B” son enanos de navidad que se encuentran trabajando
en la nueva fábrica de Santa ubicada en el polo sur. “A” en sus descansos lee “El
capital” de Karl Marx debido a que ese libro ha sido pedido como regalo desde
el hemisferio sur. La lectura que realiza supone para “A” una situación desconcertante,
hoy sin más en su jornada de trabajo empieza a plantearse su lugar en la
empresa y su proyección a futuro. En ese contexto busca en su compañero de
turno –“B”- conversar sobre sus nuevas inquietudes, pese a que no sabe muy bien
qué esperar.
Los enanos de navidad suelen ser reservados -piensa A-,
pero no puede dejar pasar la oportunidad de conversar sus inquietudes,
entendiendo sus circunstancias. Entonces decidido le comenta a “B”:
- Bien, pensemos, somos dos enanos, de navidad, que
construyen los juguetes para…
“A” nota que su compañero se toma un momento para decidir
contestar, y es normal, los enanos son reservados.
- Para navidad -contesta “B” tras unos instantes.
- Para navidad, exacto.
Y estamos cansados, pero es que no es porque trabajemos sólo una vez al año,
¿tú te imaginas cuánto tiempo nos tomaría hacer todos esos regalos?, leer todos
esos pedidos, anotar los nombres, corregir la ortografía.
- La ortografía es
importante.
- ¿Cuánto tiempo nos
tomaría fabricar todos esos regalos?
- No lo sé.
- ¿Cuánto tiempo nos tomaría repartir esos regalos?
- Depende.
- Claro.
- Primero recibimos las cartas.
- Sí.
- Las organizamos.
- Sí.
- Aunque
teóricamente…
“A” interrumpe. -Sé lo que vas a decir- le comenta a su
compañero.
- ¿Sí? - Contesta B.
“A” sospecha que en realidad no le esté entendiendo su
compañero, y es normal, los enanos son reservados y algo desconfiados, pero
debido a que muy pocas veces tienen la chance de interactuar.
- Creo, lo intuyo – se
justifica “A”.
- Teóricamente
debemos tardar en repartirlos sólo una noche, dependiendo de dónde vaya el sol.
- ¡El hemisferio!
- Claro.
- Sí.
- ¿Eso pensaste que
diría?
- Más o menos.
- ¿Cómo?
- Pensé que dirías
algo así como: el hombre se ve afectado por el tiempo que le toma de su vida el
trabajo.
- ¿Un hombre?
- O una mujer, un
perro, una nube, como te sientas identificado.
- Somos enanos.
Enanos de trabajo.
- No.
- ¿No?
- Bien, sí. Enanos
de navidad.
- Claro.
“A” comienza a sentir que por fin conectaba con su
compañero en una complicidad más elaborada. Pese a no estar seguro de aquello decide
continuar con su interacción.
- Pero me refiero a que pensé que te referirías a algo más
profundo.
- Ser enanos que deban trabajar a toda máquina en la
distribución de regalos en una noche sí me parece profundo, al menos hilarante,
o un poco…/
- O dos noches,
- ¿Qué?
- Dos noches, dependiendo del hemisferio.
- Claro.
- Y el coste de producción, de distribución, los componentes,
la logística, la pintura, el papel.
- Claro.
- Claro, ¿qué?
- Claro, más bien, es para participar de tu discurso, ósea,
afirmo algo sin afirmar nada, pero es para darle continuidad a tu dialéctica.
De eso vamos, ¿no?
- Claro.
- Claro, ¿qué?
- Que aparte de pensar en lo de ser enanos, enanos de
navidad, también hay que ver esos factores internos que están dentro de nuestro
trabajo. He dicho trabajo.
- Sí.
- Pero no es un trabajo.
- Claro.
- Claro, ¿qué?
- No es un trabajo.
- Exacto, es como tú dices.
- Claro.
- No es un trabajo.
- No es un trabajo.
- Claro, es como tú
dices.
- No tenemos seguridad social.
- No estamos inscritos bajo ningún parámetro de protección
civil en el polo sur, y respecto a la precariedad en la que estamos inmersos
nada nos protege.
- Polo norte.
- No, no.
- ¿Cómo no?
- No.
- “No” de queja, de “no, no” (se queja), ¿o “no” de, “no” de negación?
- De negación.
- ¿De qué?
- Que no es el polo norte.
- Ya.
- Nos mudamos,
bueno, a nosotros nos mudaron.
- Claro.
- Lo del polo norte
es una mentira.
- Sí, sí…
- ¿"Sí”, de
afirmación de que es una mentira?
- De que nos
mudaron.
- Exacto, es como tú
dices.
- Por eso nunca han
encontrado ninguna de nuestras fábricas u oficinas en el polo norte.
- Estamos en el sur.
- Claro.
- Aquí es mucho más
fácil evadir impuestos, y evadir mecanismos legales de, de eso.
- En el polo sur es
donde es más factible la explotación.
- En este
hemisferio.
- En este
hemisferio.
Al decir sus últimas frases suenan las sirenas de la
fábrica, deben volver al trabajo, pero esta vez y por primera vez “A” lo
percibe como una imposición y no como una obligación.
Pintar, envolver, organizar. Los enanos se ponen bien su
overol y su gorra de trabajo. Suena alguna canción trillada de navidad en sus
cabezas, mientras trabajan, pero “A” esta vez no puede contener sus ansias de
tener su siguiente descanso de jornada para poder seguir charlando con su
compañero, a quien por fin no percibe como desconocido. Ambos ya no pueden
serlo.
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