Devil’s gate
Caminar sobre escamas de dragón es una sensación relajante y repugnante a partes iguales. Resulta más místico y elegante que presionar con los dedos de los pies, los resbaladizos pescados muertos en un mercado chino.
—Niño, no pises los pescados muertos —la madre de Da’an Wu es la imagen cliché del arquetipo de belleza asiática casada con un padre americano. Piel traslúcida, cabello obsidiana y una boca lo bastante pequeña como para no sospechar las guerras que puede provocar. Pero los pescados muertos difieren de los dragones vivos.
Recorrer las líneas de dragón que se extienden por la macroesfera del mundo de los sueños permite a los expertos en viajes astrales mejorar su onironáutica. El problema es encontrarlas.
—Si no sabes que estás soñando, no puedes encontrarlas; y si no las encuentras, no puedes saber que estás dormido y dirigir tu sueño. —Para Da’an, la vida es una sucesión de experiencias que deben ser integradas dentro de los aforismos del Tao Te King—. La vida no es un cuento bellamente narrado, con una trama coherente y un final feliz.
Àilín es (o era, pero aún no lo sé) la hermana perfecta, nacida de un matrimonio ejemplar entre inmigrantes de Europa y Asia. Tiene la piel traslúcida, el cabello obsidiana y unos ojos tan pequeños que nadie podría imaginar hasta dónde alcanza su mirada. Lo fascinante de los sueños lúcidos es que te obligan a preguntarte si todo ocurre de forma natural o si, al llegar el desenlace y toparte con una tortuga gigante envuelta por una inmensa serpiente que se pierde en la línea final del dragón, es una fantasía de Da’an, brotada del subconsciente donde quedaron sepultados sus sueños malogrados tras intentar seguir, diez años atrás, los pasos como actriz de su hermana.
Hace tiempo que Da’an no quiere ver la première del nuevo documental en el que ella revela nueva información de lo sucedido con la secta. Está muy tranquilo con su nueva vida de treintañero cool. Cuando se mira desde fuera intenta parecerse lo máximo posible a un jardín zen. Su filosofía es el Tao.
—Sin salir de casa se conoce el mundo. Sin asomarse a la ventana, se ve el Tao del cielo. Cuanto más se sale hacia afuera, tanto más pequeño es el conocimiento. Por eso, el sabio sin necesidad de salir, sabe todo. Sin necesidad de ver, tiene claridad. Sin necesidad de obrar, deja todo acabado.—
La rutina externa diaria habla por sí misma de su estado interior. Comienza la primera parte colocado sobre el tatami construido a mano en el porche del jardín de su casita en Ojai, el pueblecito de artistas bohemios del condado de Ventura en el estado de California, donde terminan emigrando dos tipos de perfiles: los que no tienen suficiente talento para residir en Los Ángeles y los que tienen suficiente humanidad para no vender su alma al diablo; el problema para Da’an fué no saber cuál de las dos cosas pesaba más el día en el que tomó la decisión de abandonar sus antiguos sueños de convertirse en el nuevo Bruce Lee del siglo XXI.
Realiza ejercicios de qigong para controlar la respiración e iniciar el día centrado.
—Regreso es el movimiento del Tao. Debilidad es el proceder del Tao. Todo lo que hay surge del Ser. El Ser surgió del No Ser.
("No sé cómo puedes querer ser orgánico y vivir pensando siempre en el puto Tao").
A pesar de los recuerdos de su amiga Lilly, con la que compartió sueños y piso en la ciudad de las estrellas antes de que se hiciera famosa, Da’an no lucha con esos pensamientos intrusos, si no que los encauza para pasar a la segunda parte de su rutina zen: los ejercicios de Tai chi y Baguazhang. El Tai chi mejora la fluidez y defensa ante ataques enemigos, y el Baguazhang incrementa la propia impredecibilidad a través de movimientos circulares que evocan el fluir de las energías caóticas del universo..
—Da’an significa paz, Wu significa vacío. Mis padres me pusieron ese nombre, para que encontrara la paz en la oscuridad a pesar del caos de la vida. Así que seguir el camino del Tao o Dao Jia y su principio Wu Wei, que significa acción sin esfuerzo usando el vacío, forma parte de mi destino.
Ni el mismo Da’an sabe cuántas veces ha repetido esta frase tan bellamente construida (le encanta hablarse en voz alta), suficientes para asombrar a todos los que le preguntan, pero demasiadas para seguir sintiéndose espontáneo. Sin embargo, el pequeño demonio del autosabotaje no puede impedir que pase a la última parte de su rutina. Los ejercicios de kung fu.
"No, Da’an, Kung fu no significa solo artes marciales. En chino, puede aplicarse a cualquier habilidad perfeccionada con práctica y dedicación, como la caligrafía, la cocina, la medicina…o incluso el qigong".
La madre de “Dean”, como le llaman los americanos, era observada con asombro y extrañeza cuando les enseñaba artes marciales en el porche de su casa. El padre, que trabajaba de militar, casi nunca estaba.
Acton, California, a solo 70 km al norte de los Ángeles, es un lugar donde es muy normal ver coches oxidados y banderas estadounidenses ondeando en cada buzón. Hay ranchos, tiendas de estilo western, gente a caballo, y hasta una estación antigua de tren. El clima seco y desértico, le da un aire de “viejo oeste suburbano”, y lo menos normal del mundo es ver a una mujer enseñando artes marciales a un par de niños en un porche.
La rutina se cierra con un saludo al sol y un post calentamiento. Ya está preparado para ver el documental, Da’an tiene un buen presentimiento: hoy será un gran día.
—"La secta, que en los noventa operaba como un conglomerado de empresas de coaching con base en pasadena, Los Ángeles, se dedicaba a extorsionar a jóvenes —y no tan jóvenes— aspirantes a actores, a quienes se les pedía información personal, números de cuentas e incluso favores sexuales, mediante engaños basados en falsas promesas de promoción y acceso a castings. Eran invitados a eventos donde supuestamente serían seleccionados. Ashton A. Roth, un empresario que lideraba la red con ayuda de la actriz Tanith Wilson, famosa por sus éxitos televisivos en los noventa, como Smalville, los organizaba. Junto a Wilson, actuaba un círculo cerrado de seguidoras conocidas como “the lives”, quienes también extorsionaban y manipulaban sexualmente a los nuevos. El caso se destapó gracias a la actriz Evelyn Wu, exculpada por su colaboración en la investigación. Ahora, vuelve a aparecer en un nuevo documental cuyo contenido es desconocido y en el que, según se intuye, podrían revelarse datos que, no sólo pondrían en jaque al ya encarcelado líder y su colaboradora principal, sino que también implicarían a un gran número de figuras del mundo de las celebridades, en una trama mucho más oscura y perturbadora".
La palabras del televisor provocan en Da’an una sensación de desazón que borran por completo los beneficios de su rutina zen matinal, y deshacen incluso la paz alcanzada tras años de prácticas budistas, visitas a templos por todo el mundo, y cursos teóricos y prácticos —presenciales y a distancia— en el instituto Taoísta. Ahora mismo de nada parecen servirle sus estancias en el templo de Tin How en San Francisco, su formación como profesor en el Pasadena Tai Chi Club, en el The Awareness center, y su certificación como instructor de metafísica china y de artes místicas de Oriente; credenciales le han permitido impartir clases y abrir su propio centro en el pueblo de Ojai. Da’an intenta enfocarse en su respiración de forma desesperada.
—Conquistar el mundo y quererlo manejar, no se puede conseguir…
Tras el anuncio de la premiére, el canal noticias de California emite la última hora de sucesos importantes:
— El fuego que parecía sin importancia y controlado, se ha extendido a las colinas de Hollywood y, por primera vez en la historia, las grandes mansiones de las celebridades parecen encontrarse en peligro. La gravedad del asunto se debe principalmente a que, supuestamente, el fuego se había extinguido a varios kilómetros de las zonas habitables, pero de forma inexplicable, ha vuelto a reavivarse y ha ido incrementado su área de incidencia, habiendo alcanzado en estos momentos algunas mansiones limítrofes.
—...el mundo es algo material que no se puede manejar… (Da’an intenta controlar su taquicardia).
—Parece ser que se ha pedido a muchas celebridades que abandonen sus residencias por el peligro de que en próximas horas pudieran extenderse las llamas, alcanzando las mansiones—.
Suena un mail en la bandeja de entrada. Caen gotas de sudor sobre las sienes de Da’an.
—...Quién lo maneja lo ensucia. quién lo pretende retener, lo pierde.—
Apaga la televisión, mira su mail. A pesar de ser un buen móvil, aún no está conseguida la fluidez wifi con la que cuenta un ordenador. Corre y se sienta. Abre la bandeja. El remitente es Evelyn.
—Llámame siempre Evelyn, ya sabes que yo me siento más americana que asiática, y tú deberías hacer lo mismo que yo, integrarte más. No te preocupes, yo te ayudaré. Ya verás como triunfamos los dos y no acabamos perdidos como mamá, en un pueblo que no le importa a nadie.–-Que importa un nombre, pero para Da’an, ahora lo hace.
Abrir este mail es igual que utilizar un abrecartas para rajar un sobre.
—...Las cosas son relativas, tan pronto emanan calor se vuelven frías. Tan pronto son fuertes, como se vuelven débiles.—
Los ojos de Da’an leen sin parpadear, como si pestañear fuera morir.
—Si algo me pasara, visita mi mansión y encuentra lo que tú sólo puedes descubrir. No puedo decirte más. Me vigilan. Siempre te querré. Tu Àilín.
El viaje a Los Ángeles resulta casi imposible; los incendios se han extendido por toda la ciudad y aun no se han dado datos oficiales del número de víctimas, ni mucho menos de su identidades. Las imágenes son dantescas, como si la ciudad de los sueños del cielo se hubiera convertido en el infierno de los ángeles caídos. Por suerte, Da’an aprendió a sortear los enormes atascos de la metrópoli sustituyendo la moto por el coche. Sortea vehículos que parecen prácticamente parados. Muchos intentan huir y otros intentan entrar, buscando pertenencias que puedan salvar antes de que las llamas cobren su tributo. La moto de Da’an se mueve igual que una serpiente sinuosa que volase por las sendas astrales de dragón. Pero estas escamas de dragón son rojas y de fuego. No traen paz si no destrucción.
Traspasando de forma ilegal controles, y como si fuera guiado y protegido por un espíritu guardián, consigue llegar a las inmediaciones de Cielo Drive, en donde se encuentra la mansión de su hermana, o lo que queda de ella. Desde que recibió el mail no ha podido contactar. Desde que no contacta no puede dormir. Sus paraísos taoístas de paz, serenidad y prosperidad están ahora poblados por demonios que habitan las diez cortes del infierno asiático.
—El Tao provoca las cosas caóticas y oscuras. Caos y oscuridad son Él dibujos. Oscuro y caótico son en Él cosas—. Últimamente, todos los aforismos que Da’an recuerda son de carácter siniestro. O quizás su jardín zen interior siempre fue un decorado artificial, como la hierba falsa de los campos de golf llena de agujeros.
La mansión de su hermana ha sido devastada, las llamas han sido extinguidas hace tiempo, pero la reconstrucción parece casi imposible. El perímetro está acordonado por policías que protegen del robo lo que queda de la propiedad, aunque la actividad se ha desplazado a otras áreas en donde aún pueden vislumbrarse, la terrible danza de los fuegos implacables.
Esta noche será el momento propicio.
Da’an se introduce en la propiedad haciendo acopio de sus habilidades marciales y de aquel curso de ninjutsu.
—¿Para qué nos va a servir este curso en nuestra carrera actoral? Yo quiero ser actriz, no ninja— Lilly es el arquetipo de pelirroja con demasiadas pecas y malicia jugosa que recuerda a la manzana del Edén.
Da’an cree firmemente que las habilidades llegan antes que las situaciones que validan haberlas aprendido. Eso no aparece en los aforismos del Tao Te King.
Tras colarse en la mansión, recuerda:
—....encuentra lo que tú sólo puedes descubrir.—
Da’an debe meditar para encontrar la respuesta al enigma. Adopta la postura del loto y abre su mente a los mensajes de la glándula pituitaria. Unas palabras llegan a su mente:
—El sabio no tiene corazón propio. Él hace del corazón ajeno el suyo.—
En ese instante abre los ojos y toca intuitivamente su corazón. Se da cuenta de que la respuesta siempre estuvo allí. En el colgante que le dio su hermana y que representa una tortuga envuelta en una serpiente. Su sueño le trajo a la ciudad de los sueños.
Emerge sepultado en su subconsciente, el recuerdo de una figurita de Xuanwu, “el emperador oscuro”, identificado con la tortuga negra que guarda una de las cuatro direcciones regidas por los espíritus animales que protegen China, y patrón de los antiguos exorcistas taoístas. Sus dominios son el norte y las aguas. Su hermana había traído durante un viaje a China, una estatuilla y el colgante que le regaló.
Debe buscar la estatuilla.
Aunque imposible según el paradigma lógico, una pequeña figura de obsidiana negra de un hombre atractivo, con la indumentaria de un emperador sentado sobre una tortuga gigante con una serpiente alrededor, se yergue sobre la chimenea carbonizada. Da’an coge la figura y la revisa. Al presionar el caparazón encuentra una llave en el interior. Es la llave de la casa de Da’an.
—Lo que no es íntegro será completado.—
Da’an siente como si abriera de forma ilegal la puerta de su propia casa. Al menos el aire limpio de Ojai aleja el recuerdo del olor a azufre, piedra quemada y tierra mezclada con cenizas. Da’an no cree que pueda volver a soportar los colores amarillo, naranja y rojo. Inmerso en el juego que le propone su hermana.
Se sienta a meditar, buscando las respuestas que le guíen a la siguiente pista.
—La llave de su casa, dentro de la figura del emperador oscuro Xuanwu, patrón de los exorcistas y representado por un hombre sobre una tortuga envuelta por una serpiente. La serpiente representa la transformación y la sabiduría. La tortuga representa la longevidad, la protección y la dureza. El hombre parece vestir con ropas caras que le dotan de un aire de autoridad y con joyas que demuestran su pertenencia a la nobleza o realeza.—
Irónicamente hay veces que lo más instintivo es hacer lo más lógico, así que Da’an se introduce en internet y navega buscando información sobre Xuanwu. Los estudios antropológicos sugieren que el orígen fué un personaje histórico que más tarde llegaría a convertirse en el santo guardián espiritual de unos de los cuatro puntos cardinales que protegen el territorio ancestral chino, según los paradigmas del feng shui y del taoísmo. Se trata de uno de los más famosos exorcistas chinos, llamado Zhang Daoling, fundador de la escuela celestial del Tao, conocida como la Escuela de los Maestros Celestiales, quien realizó numerosos supuestos milagros, llegando incluso a trabajar para la familia real de la dinastía Han durante el siglo II d.c.
Con el tiempo, debido a sus hazañas, terminó convirtiéndose en el patrón de los exorcistas y guardián de la dirección norte y del elemento agua.
Las evidencias usadas como referentes son, un escudo heráldico en el que aparece la estrella polar sobre unas aguas, y los registros en pergamino de supuestas hazañas, donde se relata que fue capaz de exorcizar un espíritu malévolo que poseyó al emperador durante años, expulsándolo y encerrándolo dentro de una estatua de una tortuga envuelta por una serpiente. Los registros cuentan que el emperador añadió posteriormente esta tortuga y la serpiente, a su escudo real.
Cuentan que sus descendientes llevan su poder mágico.
—Me hice las pruebas de ADN. No te vas a creer lo que salió en ellas.–
Da’an recuerda que su hermana le mando la clave para acceder a la web de la empresa de genealogía que realizó el análisis de los antepasados de su madre.
Introduce la clave.
Descienden de la familia Daoling según lo que dicen los análisis, o al menos de un Daoling del siglo XVIII, muy posterior al de las fechas propuestas por la leyenda.
Hay otro problema: Ashton A. Roth también desciende de la misma genealogía y está emparentado con ellos.
—Lo que no es íntegro será completado. Lo torcido será enderezado.—
Si Da’an tuviera que prometer una cosa que jamás haría al precio de su vida, sería ir a visitar a Ashton A. Roth al Twin Towers Correctional Facility, ubicado en Downtown Los Angeles, una de las prisiones más grandes del mundo.
Esa noche, aprovechando que los incendios han empezado a ser aplacados y que el alcalde ha prometido que la ciudad se encuentra fuera de peligro, Da’an piensa que debe dormir. Lleva una noche entera sin dormir, conduciendo y apenas comiendo por la mañana. Pero su hermana podría estar muerta en el peor de los casos.
Aún no es tarde para realizar el papeleo burocrático para una visita a la penitenciaría.
—¿Cuál es su vínculo o relación de parentesco con el señor Ashton A.Roth?
—Es el primo segundo de mi madre.
—Lo siento, eso no servirá. Solo se admiten visitas de parientes cercanos. Además, no hay forma de verificar su parentesco a no ser que tuviera antecedentes.
—Pero he traído los informes de un análisis de genealogía de mi hermana y de nuestra familia.
—Lo siento, no creo que sea posible. Aun así deme el nombre y apellido de su hermana.
–Evelyn Wu…
–¡No me puedo creer que sea usted pariente de la mejor actriz que he visto en mi vida!
–Dejeme ayudarle un poco, quizás podría pasarle ahora este pequeño impreso al preso, y si accede, podríamos resolverlo todo antes de que termine la hora de visitas.
Ashton, increíblemente, no se ha convertido en un pálido reflejo del hombre que era, como ocurre con la mayoría de celebridades en prisión. Mantiene una sonrisa blanca, cuyos colmillos parecen actuar semejantes a columnas que dieran la bienvenida a un oscuro y perverso templo interior. Los ojos le brillan como obsidianas pérdidas en el abismo. De un color tan negro como la figura de Xuanwu. Ojos tan misteriosos como los secretos que guarda su hermana.
—Creía que nunca vendrías.
—¿Dónde está mi hermana?
—A salvo de los que quemaron su mansión.
—¿No fue accidental?
—Nada es accidental en este mundo.
—Creía que estaría en peligro por revelar pruebas que te hundirán aún más.
—Las apariencias engañan. Yo solo acabé aquí como un chivo expiatorio que ocultaba una trama mayor. Tu hermana lo sabía, pero al final, con los años, se arrepintió. Quizás descubrir el pasado familiar la uniera más a mí.
—Cuando intentó revelar la verdad y destapar un escándalo que haría tambalear los cimientos de Hollywood, y que va mucho más allá de una pequeña secta de estafa piramidal, comenzaron los incendios.
—¿Para tapar pruebas?
—Exacto.
—¿Pruebas sobre qué exactamente…?
—Antes, una pregunta.
—Dime.
—¿Crees que existen los demonios?
En Devil 's Gate, un lugar situado en Pasadena, lleno de graffitis, escombros y basuras, las llamas han dejado al descubierto varios pasadizos dentro de los cuales se encuentran cientos de cráneos humanos atados a fotos de jóvenes aspirantes a actores. En uno de los pasadizos puede verse el dibujo de un demonio con alas negras, montado encima de una tortuga con una serpiente enrollada alrededor.
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